Nos hemos acostumbrado a las comodidades de la vida moderna. Pero solo unos pocos de nosotros somos conscientes de los posibles riesgos para la salud que presentan las tecnologías cotidianas que hacen nuestras vidas más convenientes.

A lo largo de los años, los científicos han aprendido que muchos electrodomésticos que utilizan electricidad también crean EMFs. Estos incluyen, en un grado cada vez mayor, nuestros teléfonos móviles, enrutadores Wi-Fi, computadoras y torres 3G/4G/5G. Radián frecuencias invisibles que algunos expertos consideran preocupantes.   

Varios fuentes humanas de campos electromagnéticos:

• Electrodomésticos
• Teléfonos móviles, torres de telefonía móvil, enrutadores WiFi
• Dispositivos de comunicación por radio
• Radio y televisión AM / FM
• radio de servicios de emergencia (policía, bomberos, ambulancia)
• control de tráfico aéreo
• torres 3G/4G/5G

En pueblos y ciudades, el nivel de radiación electromagnética generado técnicamente, que es típico en la actualidad, es más de 1 mil millones de veces más alto que los EMFs naturales que son necesarios para la vida. Esto significa que todos estamos constantemente expuestos a frecuencias electromagnéticas.

Peligros de los EMFs

Está científicamente comprobado que la radiación EMF causa procesos oxidativos dañinos que se manifiestan dentro de nuestras células, lo que tiene efectos negativos en nuestra salud y bienestar. Este es el factor principal detrás del envejecimiento acelerado y la aparición de enfermedades degenerativas crónicas.

Según Martin Pall, Ph.D, la radiación no ionizante activa los canales de calcio dependientes de voltaje (VGCCs) que luego liberan calcio del exterior de la célula al interior. Estos efectos patofisiológicos se producen en gran medida a través de una señalización excesiva de iones de calcio que conduce a un exceso de óxido nítrico (NO), superóxido, peroxinitrito, formación de radicales libres y, en consecuencia, estrés oxidativo.

Muchos estudios sugieren que este es el mecanismo que lleva a un aumento de los marcadores de estrés oxidativo y daño a nuestro ADN.

Como el daño biológico causado por los EMFs se activa al activar tus VGCCs, los tejidos con las mayores densidades de VGCCs están en mayor riesgo de daño. Estos incluyen principalmente el cerebro, los testículos, el sistema nervioso, el nodo SA - el "marcapasos natural" de tu corazón, y la retina.

A continuación, puedes encontrar diferentes estudios que muestran los efectos negativos de la radiación EMF en nuestras células y cuerpos.

Dañino para el desarrollo infantil

La radiación de Wi-Fi y teléfonos celulares puede interrumpir el desarrollo celular normal, especialmente el desarrollo fetal. Un estudio en animales de 2004 vinculó la exposición con un desarrollo renal retrasado. [1] Estos hallazgos fueron respaldados por un estudio austriaco de 2009. De hecho, la interrupción de la síntesis de proteínas es tan severa que los autores notaron específicamente: "esta propiedad celular es especialmente pronunciada en tejidos en crecimiento, es decir, en niños y jóvenes. Como resultado, estos grupos poblacionales serían más susceptibles que el promedio a los efectos descritos. [2] En resumen, bañar a los jóvenes en desarrollo en Wi-Fi aumenta su riesgo de problemas de desarrollo.

Afecta el crecimiento celular

Cuando un grupo de estudiantes daneses de noveno grado experimentó dificultad para concentrarse después de dormir con sus teléfonos celulares junto a su cabeza, realizaron un experimento para probar el efecto de los enrutadores Wi-Fi inalámbricos en el berro de jardín. Un grupo de plantas se cultivó en una habitación libre de radiación inalámbrica; el otro grupo creció al lado de dos enrutadores que emitían la misma cantidad de radiación que un teléfono celular. ¿Los resultados? Las plantas más cercanas a la radiación no crecieron. [3]

Desvía la función cerebral

Otros científicos han comenzado a investigar el impacto de la radiación 4G en la función cerebral. Al utilizar tecnología de MRI, encontraron que las personas expuestas a la radiación 4G tenían varias áreas de actividad cerebral reducida. [4]

Reduce la actividad cerebral en mujeres

Un grupo de 30 voluntarios sanos, 15 hombres y 15 mujeres, se sometió a una prueba de memoria simple. Primero, todo el grupo fue evaluado sin ninguna exposición a la radiación Wi-Fi — sin preocupaciones. Luego, fueron expuestos a Wi-Fi de 2.4 GHz desde un punto de acceso inalámbrico durante aproximadamente 45 minutos. Durante esa parte de la prueba, se midió la actividad cerebral y las mujeres mostraron un cambio notable en la actividad cerebral y los niveles de energía. [5] 

Neutraliza el esperma

Sabemos desde hace mucho tiempo que el calor generado por las laptops mata espermatozoides. Ahora resultó que el calor no es la única amenaza para la virilidad de un hombre. La investigación ha encontrado que la exposición a frecuencias Wi-Fi reduce el movimiento de los espermatozoides y causa fragmentación del ADN. [6] Tanto las pruebas en humanos como en animales han confirmado que la exposición afecta negativamente al esperma. [7] [8]

Puede afectar la fertilidad

Los resultados de un estudio en animales sugieren que algunas frecuencias inalámbricas pueden prevenir la implantación del óvulo. Durante el estudio, los ratones expuestos 2 horas al día durante 45 días tuvieron niveles de estrés oxidativo significativamente aumentados. El daño celular y el impacto en la estructura del ADN por la exposición sugieren una fuerte posibilidad de embarazo anormal o fallo en la implantación del óvulo.

El Instituto Karolinska en Suecia emitió una advertencia en 2011, afirmando:

"Se aconseja a las mujeres embarazadas que eviten usar dispositivos inalámbricos y se mantengan alejadas de otros usuarios,"

"Los estándares actuales de EE. UU. [y Canadá]... para la radiación de radiofrecuencia y microondas de la tecnología inalámbrica son completamente inadecuados," y

"Los estándares de seguridad también ignoran al feto en desarrollo..." [9]

Provoca estrés cardíaco

Si piensas que tu corazón se acelera cuando estás rodeado de redes inalámbricas o teléfonos celulares 3G o LTE, puede que no sea solo en tu cabeza. Un estudio que involucró a 69 sujetos informó que muchos de ellos experimentaron una respuesta física real a las frecuencias electromagnéticas. ¿Cuál fue exactamente la respuesta física? Aumento de la frecuencia cardíaca — similar a la frecuencia cardíaca de un individuo bajo estrés. [10]

¿Vinculado al cáncer?

Esto es extremadamente controvertido, pero no podemos ignorar que muchos modelos animales indican que la exposición a la radiación electromagnética aumenta el riesgo de desarrollo de tumores. Si bien los estudios en humanos son raros, abundan los informes y estudios de caso. Uno de esos casos involucra a una joven de 21 años que desarrolló cáncer de mama. Lo que hace que este caso sea único es que su familia no tenía predisposición al cáncer de mama... y ella desarrolló el tumor justo en el lugar donde llevaba su teléfono celular en su sujetador. [11]